La prefabricación está ganando popularidad en la construcción moderna debido a su capacidad para reducir los tiempos y costos de construcción. Los componentes prefabricados se fabrican en entornos controlados y se ensamblan en el sitio de la obra, lo que mejora la calidad y la eficiencia del proceso constructivo. Esta metodología está transformando la manera en que se llevan a cabo los proyectos, permitiendo una planificación más precisa y una reducción significativa de los residuos y del impacto ambiental.
Además, la prefabricación permite una mayor flexibilidad en el diseño y la personalización de los edificios. Los módulos prefabricados pueden adaptarse a una variedad de configuraciones y estilos arquitectónicos, lo que facilita la creación de estructuras innovadoras y funcionales. La prefabricación también mejora la seguridad en el sitio de construcción, ya que muchas de las tareas se realizan en fábricas donde los riesgos son menores. Con la continua evolución de esta técnica, es probable que veamos un aumento en su adopción, especialmente en proyectos de vivienda asequible y en áreas con condiciones climáticas adversas.